GO, RUN AND RUN......!!!!!!!!!!!!

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domingo, 27 de febrero de 2011

SERA QUE NO SIEMPRE ES POSIBLE SOLTAR?







Linda Roberts es de esas mujeres que la primera vez que su cuerpo toca una cama, se quedan, al menos una semana instalada. Está casada, aún. Con su esposo llevan bien el negocio gastronómico, no se molestan. Cada uno sabe el uso de la libertad  que tiene el otro. Por eso, para Fredrick, tal es el nombre de su marido, que haya estado ausente de su casa una semana, le importó poco y nada. Seguramente él habrá aprovechado para hacer lo propio. Hoy por hoy con Linda somos amigos y de vez en cuando hacemos algo más. Ella cambia de "hombres trofeo", como yo de remeras.  
Nos levantábamos a las 8 AM, yo preparaba el desayuno, le ponía la correa a Luca y la acompañaba hasta el Metro y me iba a bucar café o el USA TODAY, o cigarros a lo de Al. Hombre de códigos fuertes. Tiene un cierto tono a Vitto Corleone. Es seco, de corazón enorme, si alguien se mete con los suyos, no duda en sacar el bate de baseball que tiene detrás del mostrador. Un bate que se compró en la Isla Margarita, de Los Leones de Caracas. Es fanático de los basebolistas Venezolanos. Argentino, que hizo el secundario en Caracas, emigró por poco tiempo a Miami para luego irse a New York.
Se le mezcla el tu con el vos. Y eso y otras cosas, lo hacen un tipo tan querible... Luca lo ama y es el único animal que tiene permitido el acceso a su negocio, así esté prohibido, así le caiga una inspección con Luca adentro. Y Luca no es exactamente un perrito faldero. Me llega a la cintura. Pero Al sabe manejar sus asuntos. Y lo hace muy bien.

Luego de aquella semana con Linda, y al tener poco trabajo en el Blog, actividad que se iba en picada con la aparición de nuevas y más rápidas e histéricas redes sociales, debía concentrarme en mi segunda novela. Viví durante un tiempo del adelanto que me dieron, pero el tiempo es oro, el tiempo vuela, el tiempo es plata.
La temática era, lo es, el libro, al día de hoy,  está publicado, la convivencia que ocurre en un tercer piso por escalera, en un obsoleto edificio en Queens entre las personas que habitan los cuatro apartamentos dicho piso. Convivencia de distintas culturas, razas. Y  es, diría un biólogo, un ecosistema, una pequeña sociedad que representa a la sociedad con la que nos topamos en el día a día. Debo reconocer que tuve que leer el Zoo de Cristal y un par de cuentos de Discépolo: "Mateo" y "Babilonia". No me faltó  Cortázar y sus AUTOPISTA DEL SUR o LAS MÉNADES. Aunque las distancias eran enormes, yo encontré grandes acercamientos entre estos textos.

Estaba por llegar, en aquel entonces, un amigo de Argentina, autor, desde luego (vino a hacer una adaptación para Argentina y España de una obra que hace años se da Broadway y debía conectarse con el dueño de los derechos, repasar los textos, etc.) y me vino bien la mano que me dio. O tal vez no. Tal vez no me interesó lo que me propuso. Pero sirvió escucharlo, porque del NO ajeno, sale el SÍ propio. Hay veces en que concilias fácil, vas por los mismos carriles, los mismos mambos. Pero eso es harto difícil que ocurra. Supongo que en un jarro, lo más importante del mismo, es la parte inmaterial, o sea, el vacío que le dá la entidad de jarro,  si no logra albergar líquidos, pues entonces ya deja de ser un jarro. Otros ven como lo más importante a la estructura de jarro. El material que le da forma y no función.

Hoy por hoy, mientras tiro los días paseando con Luca por el Central Park, veo mucho cine en mi portátil y extraño muchas cosas que ya deberían estar envasadas y etiquetadas. Aún así se siguen moviendo dentro mío.
"Soltar a tiempo es difícil, pero hay que hacerlo", me dijo una vez un maestro de la dramaturgia.
Pero me pregunto,  cómo será soltar el dolor de la pérdida que te corre por las venas?. Ese mismo dolor que quedó encallado en el alma. Ya estaré atrapado? No habré podido soltar a tiempo?

Gustavo Bonino

miércoles, 23 de febrero de 2011

PEPPERONI PIZZA.




Y llegó por fin el día en que salí al sol. No me costó bañarme, dormí algo y hasta decidí comprarme ropa.
Domingo, lo llamé a Al. Nos tomamos el metro -jamás tendría auto en NY, la red pública es tan buena y variada, que no hace falta luchar por un parking o por tardar treinta minutos para hacer dos cuadras- y nos bajamos en el SOHO. Al estaba fastidiado porque detesta el sol y todo lo que tenga que ver con el bronceado, la playa, el calor. Es feliz en invierno, yo no soporto el frío y odio el invierno que lo complica todo.
Nos sentamos en un restaurant. Qué palabra rara, porque podría decir,
  • Restorán
  • Restaurante
  • Risstorante
Nos pedimos una pizza grande con pepperoni. La clásica y newyorquina "pepperoni pizza". Con Al tenemos muchos gustos en común. El peperoni es uno de ellos.
Y ahí la ví, ella me estaba mirando antes de que yo la vea. Antes de ver toda la hermosura del mundo reunida en esa mujer. Aunque sentada, se notaba que era alta, flaca, de pelo color azulino -supongo- aunque con el tiempo me di cuenta de que es una morocha de ley. Una cara perfecta y una sonrisa que me contagió.
Llegó la mesera con la pizza, Al me hablaba y yo le respondía con monosílabos. Es que aquella mujer que hoy se llama Linda, no tenía nombre, sí tenía hombre, sentado con ella, pero no paraba de mirarme. Fue mutuo. Creo que esas cosas pasan por obra del azar.
Si Al y yo nos tomábamos el metro, 30 minutos antes o después, tal no la hubiera visto, o me hubiera sentado en otra mesa en donde jamás hubiera podido fijarme en ella. Pero no. Las coordenadas eran perfectas.
- Dejá de mirarla, viste el tamaño que tiene el novio?, me advirtió Al, fastidiado por el sol y por mi baba.
- Es perfecta Al. No puedo dejar de mirarla.
- No me jodas el domingo, me ibas a contar de la novela que estás escribiendo.
- Bien, la novela?, sí bien. bárbaro.
- (ENOJADO) Bárbaro qué idiota? De que se trata, la estas terminando?, me recriminó Al, levantando la voz.
- No, en realidad no. Tengo casi todo escrito y casi todo disperso.
- Como ahora.
- En serio, es lo que me pasa siempre, nunca me conformo. Me aburro y a los quince minutos, apago la computadora. Me harta no poder ser claro.

Fue en ese momento, en el que le estaba contando a Al sobre la novela, cuando vuelvo la vista sobre esa morocha y, de golpe, la tenía parada al lado. Sacó una tarjeta con el logo del lugar (no quiero ya saber como mierda se escribe "restaurant") y me la dio. El fastidio de Al ya estaba al borde del escándalo, con soplidos de aburrimiento, el jugar con las botellas, sacándoles sonido con el tenedor.  

- Hola, me dijo en un acento británico que me deshizo. Soy la dueña del lugar. Te dejo la tarjeta.
- (TOME LA TARJETA) Gracias, sos muy gentil....
- Linda. Dijo ella de antemano.
- Hermosa.
- Linda Roberts, me respondió y nos dimos la mano.
Le presenté a Al, que ni la miró y apenas le dio la mano con fastidio. Linda saludó, dio una media vuelta con sus zapatos caros y se fue.
De regreso a casa, por suerte encontramos dos asientos en el Metro. Estábamos exhaustos. Caminamos demasiado mientras Al se desquitó  me contó con lujo de detalles como le estaba yendo en su negocio.
El Metro avanzaba. Yo metí la mano en mi bolsillo solo para volver a ver la tarjeta. En su reverso estaba escrito un número de celular y una sola palabra, que bastó para sanarme. "LLAMAME".
Olí la tarjeta para ver si tenía el olor a perfume de esa mujer. La sujeté fuerte. Sonreí con los ojos cerrados. Hacía días que a mi cara no le llegaba una sonrisa.

Gustavo Bonino

lunes, 21 de febrero de 2011

THEATRICAL WAY OF LIFE (IT WAS JUST A DREAM. A DREAM...





La frente, la espalda y, sobre todo, las axilas sudaban a mares cuando desperté. Gina perdida para siempre y yo peleando contra los molinos quietos, molinos sin viento. Bajé de mi habitación a la heladera, me serví un vodka y lo corté con Tropicana.
Me senté en el sofá. Las dos de la mañana. Tenía que hacer tantas cosas y un cordel transparente y rígido me ataba. La inacción. La más puta de las sensaciones. Agarré la computadora. Salió lo siguiente,

Theatrical way of life
When we were just three lonely kids,
And dear mom used to live into
Her pathetic theatrical plays.
Nights and nights came,
My friends were sleeping so well,
But mom chose to be free.

And my brother and I,
Had lived a rare kind of dream.
Home was an eternal cough
I still remember it,
Into my bones and my thin skin
And brother was fucking ill,
But, don’t worry poor boy
Theatre promised her,
A white big limousine……


Gustavo Bonino

lunes, 14 de febrero de 2011

VALENTINE´S DAY, NEXT PAGE.







El trece de Febrero me fui a dormir temprano, me tomé una botella de whisky y mi estúpida creencia de ser el gran novelista se me vino encima, como si una bibiloteca me aplastara. What the fuck!
Y se me vino nomás.
El catorce, el día de los enamorados no podía sentirme más solo. Pero enseguida me acompañé. Recordé una tarde helada con Gina, en la cual nos metimos en el TRIBECA intentando dar con el restorant de Robert De Niro. Era toda una aventura, veníamos de comprar vinilos originales de George Harrison y algo de Jazz de Miles Davis y decenas de ropa interior de Victoria Secret. .
Yo, cholulo como pocos, me compré Thriller, de MJ. Era inevitable. Ese día comimos pizza hasta reventar en el Soho. A falta de Robert De Niro, una buena pizza no era un mal plan. 

Me desperté como a las doce del mediodía  por culpa de mi amigo. Al y sus típicas bromas, me llamó por Skype e imitó la voz de Gina y me dijo sensualmente "I love you, you are my best semental of NY". 
Ese desgraciado hijo de puta. Siempre me sacaba una sonrisa cuando sabía que todo estaba mal.
Me levanté de la cama. Tenía que seguir con mi nueva novela. Me obligué a poner el CULO EN SILLA frente a la pantalla.
Me serví un Vodka sabor Mango,  con Jugo de cajita y me puse a escribir. De pronto escuché a un papel o  a algo parecido que se deslizaba por debajo de la Puerta. Era una simpre hoja. Si hay algo que no soy en esta vida, es ser curioso, salvo que me lleven a eso.
Me levanté del sillón y fui a ver de que se trataba. Seguramente, un comunicado de junta de vecinos. O algo por el estilo. 
Junté fuezas. stop. caminé como pude hacia la puerta. stop. tomé el papel. stop. El cual decía "Ojalá tuviera la suerte que tuvo Gina", la firma era de Ama. STOP!!!.
Abrí la puerta y estaba ella ahí parada, sabiendo que le iba a abrir. Apenas la vi, estiró su brazo y me regaló un corazón de chocolate. No pude más que sonreir. 
- Te gustan los corazones dulces?, dijo y se metió dentro de la casa sin permiso alguno. Kiara estaba dormida en su cochecito.
- La verdad no.
- Sorete
- Me gusta el gesto, Ama, no te pongas violenta. Odio los dulces.
- Happy Valentine´s day!, me dijo Ama.
- Oh thanks a lot my Argentine Friend!
- Te gustó la sorpresa o te estás haciendo el irónico barato?, me dijo.
- las dos cosas, respondi. Soy un ironico barato y me encantó la sorpresa.
Ella se fue sacando sus prendas de modo sensual, después de pedirme que ponga un disco de DIDO.
Cuando estaba encima mío, sonó el teléfono.
- Atiendo?, le dije.
- No, me respondió desafiante. Dura.
De pronto alguien estaba dejando un mensaje en el contestador que decía: "Hola, soy Gina, solo queria decirte que no puedo sacarte de mi cabeza, feliz día de los enamorados".

Ama se zafó de mí, agarró el carrito en donde dormía su hija Kiara y, en el medio del silencio, se fue.
Yo me quedé inmóvil viendo el comportamiento de Ama, hasta el portazo final.
Corrí al teléfono, ya era tarde. Era uno de los tantos mensajes que Gina suele dejar, como una mascota marca su territorio con el pis.
Me serví otro Vodka con sabor a Mango, esta vez puro.
Llamé de inmediato al celular de Gina y nadie atendió del otro lado. Entendí todo.
Next page, pensé. Y seguí escribiendo. Salvando a Mati, mi hijo, las teclas son mis mejores aliadas. Y creo -Sin pedanterías estúpidas- llevarme bien con ellas.
Gustavo Bonino