GO, RUN AND RUN......!!!!!!!!!!!!

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jueves, 13 de diciembre de 2012

NADA VA A CAMBIAR



NADA VA A CAMBIAR


http://www.youtube.com/watch?v=TgWWa952W24


VICENTICO, del disco 5 

sábado, 1 de diciembre de 2012

UN BOXEADOR SIN RESTO.




Luego de la reunión con el editor, cheque en mano para vivir un tiempo, me tomé el primer taxi que pasó para abrir el negocio de Al. Estaba ya la clientela de siempre esperando. Saludé con la cabeza gacha, no quería que me preguntaran por Al, ya bastante dolor me causaba saberlo como para además tener que explicarlo y ser interpelado. Abrí la puerta, di vuelta el cartel que decía CLOSED en rojo y me hizo bien ver el reverso en verde que decía OPEN. Eso era Al, abierto. Un tipo abierto. Un amigo que no quería perder. 

Llegué a casa molido, ya eran las diez de la noche. Luca me recibió con un reto. quería salir a pasear y más aún comer. Ya estaba sin fuerzas. El atender el negocio y luego pasar por el hospital me dejó cansado y alterado a un tiempo. Curioso. Mi cuerpo pedía calma pero irradiaba una alteración digna de un cóctel de ansiolíticos. En lugar de eso, puse un hielo, vodka y jugo de mango en un vaso corto y el cansancio empezó a ganarle la pulseada a mis estados alterados. Le abrí a Luca la puerta del balconcito para que haga sus necesidades y le serví su comida. La culpa iba decayendo y el cansancio ganaba todos los rounds. Hasta que en el último round cuando puse el DVD del concierto de Winston Marsalis y Eric Clapton en el Lincoln Center de NY, sonó la campana y dormí en el sillón. Con hambre, sucio y vestido. 

A la madrugada, luego de sueños muy entreverados, en donde se mezclaban todas las formas de extrañar a Buenos Aires. Es que ya estaba harto de extrañarlo todo. A Gina, a la Patria, a los afectos, a las librerías, a las charlas de café con medialunas. 
Me levanté obligado por un sopor con forma de escopeta que no me dejaba alternativa. Así vestido con la ropa del día anterior salí corriendo del departamento. Corrí, corrí todo lo que pude, tan fuerte como me salió, despatarrado, dando brazadas de ahogado, como un muñeco idiota y descontrolado. Dictámenes de mi cabeza y dentro de ella, Gina capitana, comandando mi vida una vez más, pateando mis pupilas hasta hacerlas estallar en lágrimas. 
Seguí corriendo entre viento mocos y lágrimas hasta el río Hudson. Esa valla inmensa de agua me detuvo. 
Detenido en el tiempo, parado en medio de una costanera vacía y fría, entendí que estaba pasando por otra pesadilla, otro intento trunco por verla, por estar con ella de alguna forma. 
Otro puñetazo al vacío que me dejaba desprotegido para que la vida se encargara de un solo golpe, de tirarme nuevamente a la lona. 



martes, 24 de julio de 2012

POR FAVOR, UN PAR DE REMOS







Después de "una hora-reloj" de hablar con el editor del tercer libro, de volverme loco, de estar tan perdido, en el momento en que de su voz ronca dijo "Señor, su novela me gustó, ahora, luego de la última corrección que me alcanzó su amiga, me cierra, lo llamo para decirle que será publicada y además puede pasar a buscar el cheque del adelanto".
Adelanto??, de que hablaba este tipo??. "Del adelanto de la continuidad del libro de cuentos, el tomo dos, no le comentó nada la chica?, además quiero que firmemos el contrato por dos años para hacer una saga"
"Pero si  quiere seguir con mis libros de cuentos. o me saqué la lotería o me llamó un demente. Pero no, era el editor de mal gusto que confiaba en mí. Le he llevado tanto material, que el tipo habrá entrado en la locura, en la locura que un hispano parlante modesto, como es mi caso, pueda arrastrarlo".
Entendí todo, la chica era Ama, estaba más que seguro. Ella tenía una copia del tercer manuscrito del libro de cuentos, cuando me ayudó a corregirlo, además de las llaves de mi departamento.
- Si señor Hayes, le respondí al editor. Cuando le parece que pase y conversamos un poco?
De qué iba a conversar si no sé que carajo había hecho Ama con mi libro. Qué cambios...
- Ok, lo espero mañana a media mañana.
La puta madre, pensé mientras sabía que le había prometido a Al que iría a abrir su negocio y que luego iría a verlo a la Universidad de Pennsilvania, en donde estaba internado, en donde se debatía contra el fin de sus días. Al, tan enérgico, tan buen amigo.
- Ok, señor Hayes, mañana estaré por allí. Buenas tardes.
Y váyase usted y Ama a la puta madre que los parió, pensé.

Corté de tal forma que casi rompo el teléfono.  Freezer, dos hielos, un vaso al que le soplé el polvillo de semanas. Un whisky que había a mano. Calma. Puse Hotel Costes, el primero que editó. Traté de calmar mi cabeza.

Volví a agarrar el teléfono, efectivamente estaba rajado de lado a lado, pero funcionaba perfectamente bien para lo que tenía que decirle a Ama y a todas sus caras.

Quizá Ama sabía mejor que yo lo que había que poner en una hoja en blanco. tal vez ella era la escritora y yo un mediocre soñador.

Gustavo Bonino



martes, 5 de junio de 2012

SALVAME....




Definitivamente no podía volver a Buenos Aires. 
Definitivamente quería volver a Buenos Aires. 
Decididamente me quedaría en NY. 
Al estaba muy mal de su cáncer. Había posibilidades de una mejora. Pero irme era una canallada. Quedarme era una canallada también. Un hijo de puta o un flor de boludo sin poder decidir, decidiendo quedarme en NY.

Luego del regreso a NY, apenas si había pasado por el departamento, la enfermedad de Al, mi confusión mental. Kiara y su Madre. Luca, más bestia que nunca. El amor con el que me recibió. Se me tiró  encima como si fuera un oso gris. Culo en piso para la carcajada de todos los clientes del negocio de Al, por lo general los mismos sexagenarios de siempre, eximios bebedores de scotch y profesionales del tabaco cubano. Fieles a Al, que les conseguía MONTECRISTO o COHIBA o ROMEO Y JULIETA. Pero quien quería un PARTAGAS, ahí lo tenía. No era fácil, pero Al conocía la distribución del negocio y de estúpido no tenía nada. Al ya no tenía nada de argentino. Era un verdadero americano. 

Entré en mi lugar en el mundo, mi departamento del MEAT PACKING DISTRICT. Estaba mejor de lo que creía. Claro, ropa por el piso, platos imposibles, una cama digna de poner una bomba y a empezar de nuevo. Sin embargo, me esperaba algo peor. Días sin habitarlo. Abrí la heladera, quedaba Vodka sabor mango. Me serví un shot y otro y otro. Luca se acomodó en su felpudo, sin queja aparente. Yo me tiré en sofá, encendí la TV que me  devolvía estrellitas grises. La falta de pago del servicio. 
Creo que fue lo mejor que me pasó. Puse el I POD sobre los parlantes, nuevamente FIX YOU y me volví, como alienado a mirar esa tele impaga y estrellada. Hasta que me dormí. Rendido. 
Un dolor grande me atravesaba al medio. Por eso me hubiera gustado que la canción que sonaba dijese: AND YOU WILL TRY, 
TO FIX ME. 

Gustavo Bonino





miércoles, 30 de mayo de 2012

LA SEÑORA DUDA




De vuelta de la entrega del premio de mi tercera novela, los dibujos en mi cabeza se multiplicaban y se multiplicaban. 
Volver a Buenos Aires. Por qué? Por Gina?. Sí. Definitivamente. Pero no creo que el amor fuera el motor del viaje. NY-BUE. La realidad es que  hice de ella un fantasma. Un monolito a quien adorar. Eso es lo que creo ahora. Ella tira "el perfume que lleva al dolor" y yo huelo y sufro. Al pedo. Pero sufro.  

Al, con cáncer, no lo puedo dejar solo en NY, es mi amigo y está muy enfermo.  
Qué haría en Buenos Aires? Acá trabajé para un BLOG y tengo tres novelas publicadas. La venta apenas me alcanza para subsistir. Más allá de los pesos que me dan los libros de cuentos que son el extracto de los posteos en el Blog para el que trabajé hasta hace no mucho. 

Y eso es un gran mérito. Subsistir en tu pecera, antes que entregar el tobillo al grillete y quedar atrapado a un sistema que no te pertenece. 

Vengo del desierto de Orange, CA. Vengo de llegar a la vejación y a la soledad a la que nunca había llegado. Es que para crecer - y no estoy inventando la pólvora- hay que caer a lo más bajo que puedas. Tocar fondo?

Mucho para decidir. Y cuando tengo que decidir tomo una decisión. NO DECIDO ABSOLUTAMENTE NADA. Me dejo acontecer. 

Gustavo Bonino


sábado, 26 de mayo de 2012


Arena, como cuerpo de mujer, con formas, contornos caprichosos, sensuales, escurridizos. 
Mis manitos de siete años de vida, juntando un puñado de arena. Mis ojos, grandes, tan grandes como pudieron serlo, viendo como, a pesar de la fuerza, la arena indefectiblemente, se escapaba, lentamente de mis manos, de mis ojos. Sentí la existencia del tiempo. Pinamar, siete años. Vacaciones con mis primas, mis padres en Buenos Aires luchando contra la enfermedad de mi hermano. Yo pensaba en su dolor. El era demasiado chico para pensar en el mío. 
Despierto. 
WELCOME TO NEW YORK. WELCOME HOME. 

Luca se me tiró encima con todo su peso. Me di cuenta que Al lo había cuidado bien. Aún cuando su cáncer lo estaba tratando mal. Ironías, el le daba importancia a un perro. A mi perro, mientras su hígado se iba a carajo. La puta madre.  

Volví de California, de un escape que aún no termina. Eso siento. Voy a la heladera. Quedaba vodka, la única unidad de medida para seguir soportando este compilado espantoso. 

LADO A
Gina en Buenos Aires (eso ya es mucho)
Mi tercer libro a punto de publicarse y yo con 13 mensajes en la contestadora. Miedo. 
Al y su cancer. 

LADO B
Ama y la ya crecidita Kiara. Debería ir a tocarle la puerta? Too much information. 
Buenos Aires, los amigos, esta vida anacrónica y ridícula que como una figurita redonda se puede dar vuelta (punto cola, chupi pri) y mostrarme que la vida es esto. Que la vida no es una. Que son muchas, que somos muchos y que de eso se trata, del cambio permanente. No somos escritores o bailarinas. Somos decenas de personas en una, dentro de una misma unidad de tiempo. Misma vida, al carajo con todo!!!!!

El vodka ya hizo efecto. Valor. Encendí la contestadora. brotaron mensajes, casi todos del libro y de la presentación y de mi falta de compromiso a una respuesta (segundo shot de vodka), un par eran de Al, que no se animó aunque en su moderado discurso, lo dijo todo, Ama, "que donde estaba yo, chico", que Kiara preguntaba por mi y una carcajada y un beso ruidoso al final. Y el último de Gina, que fue solo un soplido y una puteada. Su forma de decir TE QUIERO. 

Se vuelve de la vida? Vuelve uno a ser feliz? Hay una segunda vuelta? Me vuelvo a Buenos Aires con tres libros desconocidos y un puñado de nada en la valija? 

GUSTAVO BONINO




lunes, 7 de mayo de 2012

VOLVER A LA CASILLA DE PARTIDA




Cuando el micro cruzaba el puente de Brooklyn, cuando estaba llegando a casa (home), la dicotomía se abrió ante mi. Un pétalo de esa planta venenosa llamada yo, llamada tiempo, llamada Gina, llamada Al, pero pongámosle un nombre genérico y abarcativo, llamada "estar perdido",  me hizo tragar saliva. No todo era una aventurita. Mi vida era una mierda en este pétalo. No sabía de mi próximo libro, no sabía de amor, de amigos, de Patria, de hogar... Y Sin embargo yo tenía de un modo o de otro todo eso. De qué me quejaba?. Era el tener los mejores naipes y no saber jugar al juego. 
Por otro lado había otro pétalo en esta dicotómica vida mía. La de antes de venir a NY, la de los amigos, los bolichones, las mujeres (esos amores que nunca mueren, diría algún cantante), mi vieja. Podría poner a Gina  en la lista?.  No lo sé. Sí al Obelisco, a la calle Corrientes, a la pizza media masa. 
Dicotomía en la que debía optar. O hacer una mezcla entre ambas. Sacar algo bueno de todo eso. O tirar esa plantita a reverenda mierda y empezar de cero.

Tomé tantas decisiones fantasma en el camino... Supongo que alguna va a germinar, como ir a ver como va mi nueva novela, o escribirle a Gina, o volver a Buenos Aires, o no. 

El famoso micro del perrito galgo llegaba a la terminal de la calle 8 con la 42. Manhattan cien por ciento. 

Encontrar a Al en su negocio, desmejorado ya ni daba para ponerlo en alguno de los dos pétalos. "tengo un tumor de laringe, amigo", dijo, y apreté fuerte dentro del bolso unos habamos que le había llevado de regalo. "A la mierda", pensé. No dárselos es peor. Me abrazó con lágrimas. Le dije que de esa nos escapábamos juntos. Se rió. 
En un caminar lento para Al, dio un medio giro y abrió la puerta. No hacía falta explicación alguna. Los ladridos de una bestia negra y ese amor, que me pareció todo el amor del mundo se me vino encima y me volteó. Al, con algo de tos, celebró el encuentro con una ancha sonrisa y un puro entre los dientes. 

Gustavo Bonino

jueves, 3 de mayo de 2012

ALGUN LUGR ENCONTRARÉ...

De pronto me di cuenta que California no era ningún lugar. Me recontra cagué de risa en el motel, tirado en la alfombra. Pero cómo mierda vine a parar acá.... Porteño imbécil. Había una explicación: cuando todo se va a la mierda, alguna ficha hay que mover, aunque seas un salame al hacerlo. Mejor Salame a quedarte duro. La vida me estaba poniendo en know-out. Y yo lo sabía de memoria. Si yo mismo me acorralé contra las cuerdas del ring contra un contrincante invisible. O visible en varias formas. Para que redundar. Pagué la cuenta del  Motel, me subí al auto (coño chico, di carro!!!) y lo devolví.  Me tomé el famoso bus del "perrito" y me volví a NEW  YORK.
Había muchas cosas de las que hacerse cargo.
Seguí ese impulso.

Gustavo Bonino

martes, 17 de abril de 2012

TE PARA TRES...



Un día  del caprichoso orden de los días, despertó. Porque un lunes puede ser lunes en cualquier día del calendario, desde los Sumerios hasta este instante en que acaba de ocurrir un hecho inusual. 
Cerati. Gustavo Cerati. Gustavo Adrian Cerati. Gustavo Adrian Cerati Clark, despertó luego de más de un año de letargo. Un ACV, diagnosticaron antes de escuchar sus canciones unos medico venezolanos. Fuerza Natural. Despertó. En ese disco, él avisó que todo aquello ocurriría.
Cerati no cree en héroes ni amigos. Un puñado de gente con bajo nivel de prensa fue a llorar un rato al Fleni. Pero Cerati, el último delicado de Rock, no se lo creyó, ni siquiera en estado de coma. 
Cuando Gustavo Cerati despertó de su paseo de ensueño, pronunció un leve parpadeo. 
Lo primero que notó es que Buenos Aires estaba desierta. Una chorrera de enfermeros en postura afeminada, estaban tirados en el piso. Muertos. Un puñado de médicos de guardia con apellido de papá, lo mismo. Maquinas sonando solas, emitiendo pitidos interminables. se le vino a la mente una composición. 
Gustavo sonrió al ver el pasillo de su habitación. Ver jeringas tiradas, sondas nasogástricas, buterflys para sus venas, pisoteadas, como en una revuelta. El famoso y tácito poder de los objetos.

"El fin desdpués del fin", pensó Gustavo y sonrió. Estaba en bata y en uno de sus bolsillos había un atado de puchos. Encendió uno y riendo pensó "Y a cada paso sientes otro dejavú". 
Se calzó  unas chinelas que no eran de él. Seguramente serían de la vieja de al lado que padecía de una trombosis. Muerta.

Llovía. Eso vio Gustavo Cerati desde un ventanal de la clínica. Pensó en escapar. A donde? Si todo alrededor estaba muerto. La calle era un mar de chatarra. Autos destrozados, unos contra otros. Ya dije que llovía. Gustavo volvió sereno a su cuarto a buscar su sombrero Cerati, una de las tantas guitarras que algún fan dejó. Se le antojó una Yamaha C-70, criolla. Nada de estruendos. Nada de despertar a losque ahora dormían. No culpó a nadie. En todo caso el que no quiso manejar el asunto fue él. Solo quería tocar un rato.
Se fue a la ventana. Le pasó por la mente "TE PARA TRES" y la tocó. 

Enfermeros, médicos, fans, familiares, falsas novias y periodistas gratuitos, comenzaron a despertar. 
Todo estaba en su cabeza, en sus sueños. En lo más alto de su título de compositor. 
Mientras en la cama, Gustavo Cerati, hacía sus primeros movimientos, su voz única largaba las primeras estrofas, luego de tanto tiempo.  Un enfermero egoísta  que estaba de ronda, antes de llamar a los médicos, se sentó en una sillita a escuchar. Cantaron los dos. Cerati por última vez. La canción en un sueño dentro de un sueño. Para el enfermero sería su inexplicable primera canción. Habrá pensado en Chuang Tsu? Quien sabe. 

Gustavo Bonino

lunes, 2 de abril de 2012

TANGOU...


Me despertaron los acordes de un tango. Creo que toda la noche me martillaron la cabeza. 
"Estás desorientado y no sabés, que bondi hay que tomar para seguir..."
O no, o tal vez me despertó el sol en la cara. 
Hora?
ni idea. 
Lugar?
Somewhere in California... 
Me ardía la cara. Y el tango seguía repicando dentro de mí, como el pájaro carpintero enloquecido, dándole al tronco. Me levanté, la arena me chorreaba por todos lados, como si me estuviera desintegrando. Yo, hombre de arena, hombre del tiempo. De un tiempo imposible. Perdido. Imposible caer más más profundo que terminar durmiendo en un desierto en algún lugar de California, sin nada mejor que hacer que eso. Estar perdido. 
Auto. Encontrado. 
Llegué al hotel y  me dí una ducha reparadora. pedí un "room service". 
Y las estrofas no se iban de mi cabeza. 
"Estás desorientado y no sabés, que bondi hay que tomar para seguir..."
Gina estaba tan lejos, que casi podía tocarla. Ama, Kiara, la idea de formar una familia con alguien FUERA DEL UNIVERSO GINA. 
Ama estaba loca de remate. Pero era Ama. A pesar de sus cambios de estado, era ella. Siempre era ella. Sorprendiéndote para la izquierda o para la derecha, no importaba eso. Ella era predecible. 
Mientras Gina, con su piel de cordero y su corazón de hielo, era... era.... 

Gustavo Bonino




sábado, 24 de marzo de 2012

TOTALMENTE DESIERTO



Caminé por el desierto. Interminable. Me costaba creer que estaba en California. Yo, un pibe porteño. Del bar La Paz, de la pizza media masa,  en donde en materia de sexo, se habla de "bombacha" y no de "panty", de "acabar" y no de "vente, vente" o "me corro, apúrate que me corro". Y lo peor, el "oh yeah babe, yeah babe, oh yes!!".
Detuve el auto alquilado, en cualquier parte del inmenso desierto. Y me puse a andar por ese mar rojizo y algo más bajo que las pálidas dunas de la costa argentina. Esas en las que alguna vez me metí con tíos y primos en unas vacaciones y mis ellos nos hacían creer que estábamos cruzando el Sahara, y nos vendieron todo tipo de peligros, los cuales compramos todos. Por esas épocas ya leía a Sandokan y mi imaginación volaba más que las gaviotas.
Qué curioso, ahora que lo pienso, algo me lleva a los desiertos. En Venezuela me interné en el Desierto de Coro, camino al mar Caribe, el extremo más al norte de Venezuela.
Será que los desiertos tienen algo de laberinto. Una tentadora puerta de entrada en donde todo está por verse  y múltiples puertas de salida. Solo que el desierto no tiene paredes. No hay engaños. Todo está a la vista, pero te deshace igual. Te convierte en un terrón de azúcar entrando a un café caliente.

De pronto me siento en la arena tibia, tomo un puñado y juego al reloj dejando caerla despacio por un agujerito de mi puño. Pienso en tantas cosas. Pienso en la palabra desierto. Mi coincidencia con ellos. Nada casual. Si estoy acá sentado es porque estoy vacío y sin rumbo. Estoy desierto.
Me acuesto. Me estiro de frente a un cielo algo nublado. El viento levanta arena. Me pica la cara.
Buenos Aires, NY, Gina, Ama y Kiara, que ya debe caminar. Pienso en Al, que está cuidando a Luca. Pienso en Luca, en como nos encontramos. Sonrío, una resolana me pega en los ojos. Los cierro. Me quedo dormido.
Sueño con la posible edición de mi próximo libro. Con Gina sentada toda de negro en primera fila en la entrega de un premio al libro.  Sueño con aviones que vienen y que van y no paran de pasar. No me dejan hablar al público y la gente aplaude igual, a rabiar. Aplauden gustosos al placer de no escucharme.

Me despierto. Es como un cuarto oscuro. Es de noche. Esbozo algo para llegar al auto. Imposible. Leer el libro que llevo en la mochila. Imposible. Saco de ella una cajita y un encendedor. Lo enciendo hasta que me quemo. Lo suelto, por suerte de un manotazo lo encontré, ahí, en medio de esa oscuridad necesaria. Ese apagarme. Ese desaparecer. De la caja saqué un porro y me lo fumé acostado, tranquilo. Viendo unas estrellas enormes.
Y pensé. Pensé en el futuro. Pensé en dos ciudades. Pensé en dos mujeres.

Gustavo Bonino 

martes, 20 de marzo de 2012

SIN TITULO, MEJOR



Hoy no voy a conquistar al mundo,
seguramente no lo consiga jamás,
tal como pensaba tiempo atrás.

El café saldrá con borra
y se va a enfriar. Y lo voy a tomar,
junto con la pastilla de la mañana.

Hoy los charcos me buscan, afanosos.
El paraguas -como un murciélago rebelde-
cobra vida propia. Un mono loco de contento,
rabioso, dejando que el viento lo/me enloquezca.

El subte nos va a explicar que jamás llegaremos.
El porqué de los porqués de los porqués,
que ya nadie quiere escuchar. Como si se hubiera
acabado el tiempo de la compresión o de la ira.
Sino más bien reina -siento- la peligrosa desesperanza.
Y el que pide moneditas en la boletería,
es un estorbo espantoso, casi el culpable de la falla mecánica.

Eva y la serpiente, Adán y la manzana,
El tipo que decidió joderle la vida a media ciudad.
Reitero, siento que avanza  la peligrosa desesperanza.

Y Dios, cara rota insoportable o estampita venerable,
que nos mira fascinado, desde su fancy
imagen digital. Y será eso nomás. No más.
Dejemos de creer, des-hollemos al maldito.

Será algo tan irreal lo que produce
para que hoy todo sea tan jodidamente real.
Estoy por tomar un taxi. Pero desisto.
Me voy a casa, me acordé de Dios.
Voy a sentarme junto a él,
a mirar el show, desde el cómodo sillón del living.

Gustavo Bonino







sábado, 17 de marzo de 2012

UN DÍA DE ESTOS...





Voy a entender que al miedo no podré sacarlo nunca.
Una vida sin miedos, es un auto sin faros, un camino circular.

Voy a dejar de sentir culpa. Culpa por como vivo, culpa por lo que hago,
culpa por no hacer lo que debería hacer. Culpa porque mi apellido es Bonino.

Voy a ser sordo para evitar los consejos de los peores pecadores.
Voy a desentenderme. Voy a desatender. Voy a desanimarme con ganas.

Voy a decir lo que no debería. Y voy a deber para  poder decir a mis anchas.
Voy a odiar mucho más. Odiar sin rencor es más sano que amar con firmas.

Voy a mandar mi vida a la mierda si me place, para traerla
nuevamente a la "normalidad". Miro a los morales normales que me rodean
y meneo la cabeza. La inmoralidad será presidente en esta tierra siempre.

Me niego a vivir con el mandato del "no pecarás"
porque pecar  te desenmascara, te aleja -precisamente- de los pecadores.


Gustavo Bonino

martes, 28 de febrero de 2012

EL PRECIO...

"... y llevas el caño a tu sien
apretando bien las muelas
y cierras los ojos y ves
todo el mar en primavera..."

Dedicado a Federico Villanueva, un amigo desde el silencio.





Pegajoso, como en un baño de lodo,
los brazos atrapados por tiras de poxirrán reseco. 
Todo lo malo pasó, pero es cíclico. 
Todo lo bueno pasó y está por pasar, rogamos. 

El diablo que domina las macetas del tercer piso. 
A aquel, que le parta la cabeza a las tres y diez.
El pobre corría, se le hacía tarde y se le hizo eterno.
A ese otro no. Se está muriendo sin intervenciones en vano,
El diablo no gasta balas sin sentido. es implacable como la Cobra. 

Y Dios que corre con su raída túnica para atajar la maceta
para salvar al moribundo, para pisar la cabeza de la Cobra
que alguna vez fue parlante y nos abrió los ojos. 
Todos celebramos la vida, algunos rezan -el miedo-
Otros juegan al límite. El arma está cargada. 
Solo tiene una bala. Y aún los valientes del límite, 
piensan que rezar hubiera sido más aliviador 
que tiritar los dientes hasta hacerlos harina. 

Gustavo Bonino



domingo, 5 de febrero de 2012

SI ME FALTARAS...





No sabría como empezar,
Ni por dónde...
Miraría ese cielo tan tuyo
sin comprender la cosmografía,
aquella que sabés leer
con solo alzar tu vista de timonel
de mujer de pueblo.

No podría ocupar una cama arenosa
desértica. Me quemaría tu ausencia
y el hielo del miedo me detendría.

Si me faltaras, se ausentaría
lo más importante que puede
compartir un hombre....
Una gran Mujer.


A Karina Paiz


lunes, 9 de enero de 2012

CUADERNO BORRADOR



La mejor tarde aún no pasó
La mejor noche es una ilusión
La mayor condena ya caducó,
para desgracia del condenado.
El amor más profundo necesita nada
Y la pasión más profunda es una redundancia
La vela que se apaga, pronto será futuro.
La traición ata al pobre traicionero
El cuchillo entra en cuerpos calientes
Y parte de manos tibias
El pozo es para pocos, la superficie
puede ser el mayor de los engaños.
La vida soñada es tristemente eso.
Los envidiosos duermen juntos
y amanecen dispersos.
Los amantes no duermen
y amanecen juntos
La mediocridad es armarr tu futuro
y defenderlo cuando sabes que es falso.
Hay tantos sabios que no sé a cual descartar primero.
El amor nos une, dicen. El dolor también.
En una línea de tiempo
somos el fugaz chispazo del fósforo.
Y, como dice el Poeta,
somos, porque alguien nos está pensando.

Gustavo Bonino