Vi un capítulo de los tres chiflados. No sé por qué me reí mas de la cuenta. Es el segundo día en que no para de llover y yo con el balde limpiando los meos de Luca que son lagunas, y ya hinchado bien las pelotas.
En el peor momento, no había uno peor, suena el intercomunicador (el portero eléctrico en Argentina, al menos)
Dude. Gina enloqueció y traía su ejercito de loquitos a mi casa. Ama? no. Ama es de esas mujeres que te derriban una puerta con una sola palabra. Atendí.
- Aló?
- Sí, es el apartamento de Lucho?, sono del otro lado una voz completamente excitante. Mee quedé. Sonó nnuevamente el intercomunicador. Atendí, carraspeando.
- Si?
- Perdón la invación a estas horas, mi nombre es Pam y acabo de comprar tu libro y en dos horas me lo leí.
- Ajá, qué bien, respondí
- Puedo subir?
-Puedo preguntarte algo?, ella sonrió dulcemente.
. claro!
- Cómo supiste que yo vivía acá?
- Soy amiga de Al, el me recomendó tu novela, la leí y acá estoy. Es de noche y tengo miedo. Me habrirías?
- Ehh, no, digo sí, que no tengas miedo y que si te bajo a abrir.
Cuando bajé me encontré con una chica de veintiún años que me dejo sin posibilidad de respuesta.
-Pam, encantada, y me chantó un beso con unos labios carnosos en la mejilla. Casí la evito.
- Lucho, Luciano, encantado, que sorpresa. Es la una de la mañana.
- Eso quería sorprenderte. Una fan que caiga a que le firmes tu libro a la una de la mañana. Estuve mal?
- no, ehhhh, querés subir? claro que tarado, si me tocas el portero supongo que queres subir. Pero no tengas miedo, no muerdo.
Es ahí cuando se me vino encima con su minifalda y me dio un beso que terminó a las siete de la mañana.
Curioso, ella quebró lo que Gina no pudo, sortear la lluvia y romper con el mito de que la lluvia arruina los planes.
Me levante a las nueve de la mañana y la encontré en la cocina haciendo un desayuno con una remera mía. No quise culparme, solo sentí ternura...
Gustavo Bonino
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