SUNSET...
Nos acostamos un rato. El aire estaba viciado. No el aire que respiramos. El que sentimos. Se acurrucó contra mí -pocas cosas en este mundo me conmueven tanto- y quedamos hechos un nudo en la oscuridad.
- Sos como el cargador de mi celular, dijo y me conquistó.
Gustavo Bonino