La brisa nos daba sobre la cara, la noche bajo el Puente de Brooklyn es más oscura que la noche. La besé tanto que cuando nos desanudamos y mi boca fue a su oído para soltar alguna frase de amor, no supe por un par de minutos si estaba besando a Ama o a Gina. Mi angustia menguó cuando Gina me ganó la posición y susurró con su inconfundible ternura de gata mimosa "Te amo como nunca más voy a poder amar"
Suspiré... Temblaba como un arroyo. La abracé muy fuerte para no caer dentro de mi propio vacío.
Gustavo Bonino
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2 comentarios:
Muy loco... Finalmente estás escribiendo una historia de amor. Me cuesta no imaginarte a vos, Gustavo, hablando en primera persona... desnudo bajo el puente de brooklyn.
bien podría ser yo. Creo que me falta coraje para ello. Pero no, no soy yo. No es mi historia, aunque siempre caemos en la autobiografía. Es solo un personaje con mucho más coraje que yo.-
Es cierto, aunque no sé quien sos, te diste cuenta de que por primera vez, escribo sobre historia de amor, con lo que me cuesta!!!!
gracias por dejar el comentario, sirve y mucho, creeme.
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